Cuando necesitamos recargar baterías, tener la posibilidad de ir a un sitio donde podamos contemplar el verde de la naturaleza es maravilloso. Tiene un efecto relajante en nuestro espíritu, nos ayuda a aliviar tensiones, a respirar con más calma, a reencontrar la serenidad y la paz. Por eso, es un aspecto a tener en cuenta cuando estás decidiendo dónde vivir, poder contar con parques, con naturaleza para desconectar a diario. Y en vacaciones, privilegiar el tener contacto con los árboles, con el verde de la naturaleza, con palmeras. Ese espacio de contacto con el verde, nos ayudará a vivir mejor, más felices, más centrados en el momento presente.